En estas fechas del año, algunas de nuestras clientas acuden a nosotras preocupadas por sus uñas. Después del verano, de semanas de viajes o simplemente de meses fuera de su casa habitual, prueban en un sitio y en otro hasta dar con alguien que haga su manicura a su gusto. También hay veces que nuestras vacaciones son en pueblos pequeños en los que no hay centros donde realicen ese tipo de manicuras, porque no tienen demanda de ello. En el caso de las últimas clientas, son ellas mismas las que se lo retiran, y no delicadamente precisamente.
Pues bien, nosotras ofrecemos un tratamiento para las clientas que no quieren esmaltado permanente, para acompañar al esmaltado permanente o para después de haber llevado acrílico y gel.

Consiste en una capa protectora que lo que hace es proteger la base natural de nuestras uñas, dando un efecto esmalte brillo. El mantenimiento consiste en acudir a repetir el tratamiento cada seis semanas aproximadamente. Si lo acompañas de esmaltado permanente, puedes acudir a nuestro centro cada cuatro semanas para cambiar el color de tus uñas. Otra opción es dejar crecer las uñas y, según vayan limándose, el tratamiento irá desapareciendo.
En este enlace podéis ver algunos de nuestros otros tratamientos de estética. ¿Te vienes a probar alguno?